En el marco de los reiterados incrementos sobre los precios de la nafta y el gasoil, el Gobierno aumentó nuevamente el impuesto a los combustibles que se traslada directamente a los valores que encuentran los usuarios en las bocas de expendio de todo el país. En consecuencia, los precios volverán a subir a partir de septiembre.
Se trata de un nuevo incremento al impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC). De esta manera, Economía puso fin a la incertidumbre sobre lo que sucedería con esta carga tributaria.
La medida se hizo oficial a través del decreto 770/2024 y establece que estos montos regirán durante todo el mes de septiembre.
En los meses anteriores Nación aplicó aumentos parciales para tratar de atenuar el impacto sobre la inflación general, lo que ha causado un retraso en ambas cargas tributarias. De acuerdo con la consultora Economía y Energía, si se aplicara de una sola vez todo el retraso que existe a nivel impositivo, los combustibles subirían un 19.5%. Así, el litro de nafta súper se incrementaría de $992 a $1.1190,10 en la Ciudad de Buenos Aires (CABA).
La prioridad del ministro de Economía, Luis Caputo, es apuntalar la desaceleración de la inflación aunque eso implique resignar recaudación, en el marco de una situación fiscal que, sostiene, da margen para recalibrar el ajuste.