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Al menos 2.500 agentes de seguridad salieron a ejecutar 100 órdenes de arresto en las favelas
Un brutal enfrentamiento entre narcotraficantes y fuerzas policiales en la zona norte de Río de Janeiro dejó al menos 60 muertos, según los primeros reportes oficiales. La ciudad brasileña volvió a quedar envuelta en escenas de guerra, en medio de un megaoperativo de seguridad que buscaba desarticular una de las facciones criminales más poderosas del país: el Comando Vermelho.
El operativo, que contó con la participación de más de 2500 agentes de seguridad, se desplegó simultáneamente en dos favelas de la capital carioca, donde se habían emitido alrededor de 100 órdenes de arresto. Sin embargo, la situación se tornó rápidamente fuera de control cuando los delincuentes respondieron con extrema violencia, utilizando incluso drones equipados con explosivos para atacar a los efectivos.
Según confirmaron fuentes policiales, la represalia de los narcos generó un caos generalizado, con explosiones, incendios y tiroteos que se extendieron durante horas. Muchos habitantes de las zonas afectadas se vieron obligados a refugiarse en sus viviendas, mientras las autoridades intentaban recuperar el control del territorio.
Medios locales compararon el nivel de violencia con la masacre de 2010 en la favela Alemão, uno de los episodios más sangrientos en la historia reciente de Río de Janeiro. La operación actual, aseguran, podría marcar un nuevo punto de inflexión en la lucha contra el narcotráfico en Brasil.
Las imágenes difundidas por testigos muestran un panorama desolador: vehículos blindados, helicópteros sobrevolando la zona y restos de explosivos en las calles. “Fue como vivir una guerra”, describieron algunos vecinos a medios locales.
Mientras tanto, el Gobierno de Río de Janeiro mantiene el operativo activo y no descarta nuevos enfrentamientos en las próximas horas. Las autoridades señalaron que continuarán con las investigaciones para identificar a los responsables y determinar el impacto total de la operación.
