El presidente participó en un acto formal de entrega de sables a los oficiales superiores de las Fuerzas Armadas, donde subrayó el compromiso de su gobierno con las fuerzas militares. Durante el evento, anunció que a partir del segundo semestre comenzará un proceso de recomposición salarial para los miembros de las Fuerzas Armadas, buscando mejorar sus condiciones económicas.
Además, el mandatario destacó que su administración se dedicará a reconciliar la política con las Fuerzas Armadas. Expresó que este esfuerzo es fundamental para sanar las heridas del pasado y establecer una nueva relación de respeto y colaboración entre las instituciones políticas y militares.
El presidente también hizo hincapié en la importancia de «dar vuelta a esta triste página de nuestra historia» y en honrar el legado de figuras históricas como Roca y San Martín. Reiteró su intención de atender la demanda de reconocimiento por parte de la sociedad, que ha apoyado a las Fuerzas Armadas a pesar de los intentos de desprestigio por parte de algunos políticos durante las últimas décadas.
Aunque se esperaba que la vicepresidenta Victoria Villarruel asistiera al evento, no recibió una convocatoria oficial. El presidente mencionó que Villarruel lamenta no poder acompañar a los «camaradas de su padre y abuelo», haciendo referencia a su conexión familiar con las Fuerzas Armadas.
El acto contó con la presencia de varias figuras importantes del gobierno. Acompañaron al presidente el ministro de Defensa, Luis Petri; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Xavier Julián Isaac.
La ceremonia subrayó un momento significativo en la relación entre el gobierno y las Fuerzas Armadas, con un énfasis claro en la reconciliación y el respeto hacia las instituciones militares, lo que marca un cambio en la política hacia el reconocimiento y apoyo a las fuerzas armadas del país.