El incidente vial de Arias y Sarmiento pone en evidencia la problemática del tránsito en relación con los vehículos de menor porte y además con hechos de inseguridad.
En un primer momento, los testigos del choque se encontraban frente a un hecho más. La colisión entre un Volkswagen Fox, conducido por una mujer adulta y una moto marca Yamaha FZ roja ocupada por un joven de aproximadamente 21 o 22 años.
Pero todo cambió cuando el motociclista –que se presume habría llamado a algún amigo para que se acerque al lugar- se escapó, dejando el rodado abandonado.
La actitud se comprendería poco después, cuando personal policial, con el número del motor de la moto detectó que pesaba sobre él un pedido de secuestro por haber sido sustraída en la vecina localidad de Lincoln.
